Como envidio a tus retinas
que se alojan en tus pupilas
a esos ojos, a esas lágrimas
que besan tu piel
y acarician tus mejillas.
Como envidio al agua
que besa y empapa tu cuerpo
acaricia tus labios
se divierte con tus besos.
Como envidio al jabón
que se desliza y juguetea
por los senderos de tu piel
como envidio a la ropa
que cubre y protege
parte de tu ser.
Como envidio al teléfono
que agarras con tus manos
a ese susurro en tu oído
que te dice ¡Te Amo¡
Como envidio a la noche
que te observa dormido
como envidio… no ser yo
la mujer o esa cama
que duerme contigo.
LORENA ALVAREZ CAÑARTE
(Derechos Reservados de Autor)
Ecuador.
Imagen de la red.
que se alojan en tus pupilas
a esos ojos, a esas lágrimas
que besan tu piel
y acarician tus mejillas.
Como envidio al agua
que besa y empapa tu cuerpo
acaricia tus labios
se divierte con tus besos.
Como envidio al jabón
que se desliza y juguetea
por los senderos de tu piel
como envidio a la ropa
que cubre y protege
parte de tu ser.
Como envidio al teléfono
que agarras con tus manos
a ese susurro en tu oído
que te dice ¡Te Amo¡
Como envidio a la noche
que te observa dormido
como envidio… no ser yo
la mujer o esa cama
que duerme contigo.
LORENA ALVAREZ CAÑARTE
(Derechos Reservados de Autor)
Ecuador.
Imagen de la red.
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