POBRE PAÍS
Pobre país,
te están descuartizando,
están repartiendo tus entrañas a cuatreros,
entregando tus riquezas en bandeja de plata al mejor postor,
violentando tus cimientos, tu honra,
mancillando tu honor.
¡¡Perdóname, perdóname, perdóname!!
Absuélvenos a todos por causarte semejante herida.
Todos los ilusos que nos equivocamos,
los que con nuestro voto contribuimos,
porque confiamos en una patria mejor,
donde todos con orgullo,
erguidos izáramos la bandera de nuestra bella nación.
Mi corazón llora, mi alma sangra,
por tanto maleficio y tanta perfidia.
Ya no tengo nada, en quién ni en qué creer.
Soy como una ermitaña, desprotegida,
que divaga en esta selva,
resignada, esperando a el buitre que me ha de roer.
Lorena Alvarez Cañarte
Guayaquil-Ecuador.
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